lunes, 14 de abril de 2014

Los perritos callejeros en Moscú

¿Por qué "perritos" y no simplemente "perros"?

La razón es que la gente en Rusia les tiene un especial cariño y aprecio a los canes, sin importar que sea un perrito "carnívurus vulgaris" o un campeón de campeones con milenario pedigrí.

¿Y cómo así hablo hoy de los canes?

Pues, una colega me compartió un interesante enlace de una noticia que ahora transmito literalmente:

PERROS QUE SE DESPLAZAN SOLOS EN METRO PARA “CAZAR” INCAUTOS
Científicos rusos han estudiado a los perros callejeros de Moscú y su evolución desde la caída del comunismo. Estos animales han demostrado una capacidad de adaptación al medio y a las nuevas circunstancias que supera en muchos casos con creces a la de los humanos.
Una de las habilidades desarrollada por estos canes es su costumbre de coger el metro por las mañanas para llegar al centro de Moscú y volver a cogerlo por la noche para volver a sus hogares. En el centro de la ciudad se pueden obtener fácilmente alimentos, pero no dormir con comodidad.
Saben exactamente dónde y cuándo subir, observándose, incluso, que suelen escoger los vagones con menos gente (el primero y el último generalmente), algo que, según Eugene Linden, exige razonamiento y pensamiento consciente. Son, además, capaces de no perder su parada, gracias a su excelente sentido del tiempo que les permite calcular su recorrido, al reconocimiento del nombre de la estación o su olor o a una combinación de todos estos factores. De hecho, si tienen varias paradas por delante, suben a un asiento que haya libre y se echan tranquilamente una cabezadita…
Una vez en el centro, otra adaptación señalable es su capacidad para cruzar las calles con los semáforos en verde. Aunque los perros no ven en color son capaces de diferenciar las imágenes del semáforo.
Respecto a la obtención de alimento, objetivo principal de su viaje en metro, destacan entre sus conductas adquiridas lo que en Rusia han llamado la “cacería del shawarma”. Dicha cacería consta de una sofisticada emboscada en la que un perro espera tranquilo y tumbado junto a los kioscos de comidas levantándose de un salto y ladrando a los turistas en el momento en el que estos han comprado y pagado ya uno de los populares shawarmas calientitos. Los turistas, ante el ladrido intempestivo, tiran por el susto (con un porcentaje altísimo de éxito para el perro) su preciada comida. 
Según A. Poiarkov, del Instituto de Ecología y Evolución de Moscú, lo destacable de esta habilidad es que los animales parecen saber quién se va a asustar y a tirar su comida y quién no, dejando pasar de largo a estos últimos a los que se acercarán con otro tipo de tretas diferentes.
En este sentido, la más utilizada de las tretas “positivas”, es su capacidad de seducción, sobre todo a mujeres y niños que se sientan en bancos de los parques a comerse un sándwich o aperitivo, colocándose junto a ellos con ojitos tiernos y quejidos suaves propiciando, en la mayoría de las ocasiones, que sea el perro el que acabe con parte del festín. 
Han desarrollado, por tanto, además de sus nuevas habilidades de orientación y control del tiempo y del espacio, un sexto sentido, o una serie de habilidades psicológicas que les permiten minimizar los fracasos percibiendo la intencionalidad y la sensibilidad de las personas, utilizando una treta u otra con ellas dependiendo de la situación y de la persona de la que esperan conseguir algo. 
Según se desprende del mismo estudio, este tipo de adaptación y las nuevas habilidades de los perros callejeros moscovitas puede considerarse un síntoma de evolución epigenética (Cambios reversibles de ADN que hacen que unos genes se expresen o no dependiendo de condiciones exteriores), naciendo los nuevos canes con estas nuevas pautas de comportamiento “heredadas” de sus progenitores y que se mantendrán, previsiblemente en el tiempo mientras se mantengan las condiciones que las originaron. En este caso, la transformación social de Rusia a partir de la caída del comunismo, cuando los nuevos capitalistas entendieron el valor turístico y comercial del centro de la ciudad y se llevaron los complejos industriales a las afueras, convirtiéndolos en un perfecto alojamiento para los perros callejeros, que debieron idear nuevas formas de “ganarse” la vida en este nuevo contexto social.
Y todo ello, sin perder ni un ápice de su capacidad de divertirse. Como curiosidad los etólogos mencionan que incluso durante “su trabajo”, no dejan de jugar. En muchos casos se puede ver cómo les gusta saltar del tren en el instante mismo en el que se cierran las puertas, comportamiento que únicamente se observa cuando han comido y por pura diversión, normalmente a la vuelta, agrupándose más de un can para “disfrutar del espectáculo”. 
También juegan con los niños y adultos de los vagones y no se ha observado un comportamiento peligroso con personas en estos animales.
Un estudio, realmente curioso y muy interesante.
Fuente texto: Mis Animales a partir de: abcnews.org.com, El Blog de Nora, Wikipedia, pijamasurf.com y medioambiente.org 

Bueno, la nota me ha parecido bastante simpática y puedo confirmarles, estimados Lectores, que a menudo he visto a canes en el metro de Moscú y como menciona el texto, son bastante amigables.


De hecho en el vestíbulo de la estación de metro Mendeléyevskaya (Менделеевская) hay un pequeño monumento "al trato a los animales sin hogar".


Eso sí, para mí fue super extraño las primeras veces que ví canes disfrutando del viaje dentro de los vagones del metro.


Si bien en la calle o cerca de las paradas del metro, digamos que, es de esperarse que los haya...


sí me sorprendió que vayan tranquilos en los vagones y que cuando se acerca "su" parada, se levantan y salen tranquilitos.


Otra cosa que me llamó la atención es que  los canes siempre están gorditos, de hecho jamás he visto alguno con mal aspecto, de hecho hasta limpios están.

Hoy he repetido incesantemente  "can" porque para los rusos el "mamífero doméstico de la familia de los Cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos, según las razas. (que) Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre", se denomina собака [sabáka], o sea femenino...

...y solamente cuando quieren especificar que ese trata de una собака "macho" dicen пёс [pyós / piós], pero ese ya es otro tema.


Por cierto y para no perder la costumbre, "compañero de viaje" en ruso es попутчик [papút-chik] y compañera de viaje es попутчица [papút-chitsa]. Así que no se sorprendan estimados Lectores si en su paso por Moscú un can sube con Ustedes al metro, en calidad de compañero de viaje.

Disfruten del recorrido  :-)


Johan Daniel Estrella Galindo.
Джохан Даниэль Эстрелья Галиндо.